Cada año, la Asociación de Empresarios de Salones de Juego de Aragón (AESA) ofrece a los empleados de sus miembros beneficiarse, de manera gratuita, del Plan de Formación Continua que pone en marcha la Asociación Española de Empresarios de Salones de Juego y Recreativos (ANESAR). En el año 2022, 218 trabajadores de salones de juegos de la comunidad se matricularon a los cursos ofertados. De ellos, 22 se inscribieron en el curso de ‘Seguridad en establecimientos de juego’; 210 realizaron la formación de ‘Atención al cliente en salones de juego’; y todos los matriculados, 218, cursaron la formación ‘Buenas prácticas de juego responsable’.

A nivel nacional, más de 3.000 empleados de salones de juego han participado en el programa de formación, pertenecientes a un total de 133 empresas operadoras de salones de toda España que gestionan más de 1.500 salones de juego.

El programa ‘Buenas prácticas de juego responsable’, que en Aragón atrajo a más profesionales del sector, tiene como objetivo fomentar el juego saludable y responsable, así como informar acerca de los síntomas de conductas de juego problemáticas. Se persigue formar a los trabajadores para que sean capaces de detectar pautas en clientes que pudieran conllevar un problema con un juego no saludable y, en ese caso, poder actuar ante determinadas situaciones y comportamientos que pudieran ser problemáticos. Cabe destacar que este curso está avalado por la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación (AZAJER), entre otras en toda España.

La formación de trabajadores se integra en las acciones de RSC y juego responsable llevadas a cabo por ANESAR y las asociaciones de salones, dentro de la visión integradora en las que trabaja y que comprende cuatro áreas: empresas, clientes, empleados y sociedad. Su objetivo es poner a disposición de sus asociados una herramienta de formación e información las 24 horas del día disponible los 365 días al año para todos los empleados de todos los salones de juego de todas las comunidades autónomas de España con el fin último de invertir en el mayor activo de los salones de juego: sus empleados.